sábado, 9 de marzo de 2013

LA RISA!

La risa es una respuesta biológica producida por el organismo como respuesta a determinados estímulos, fundamentalmente al estrés. La sonrisa se considera una forma suave y silenciosa de risa. Actualmente existen diversas interpretaciones acerca de su naturaleza. Los estudios más recientes, de gran repercusión, son los realizados desde 1999 por Robert Provine, neurobiólogo del comportamiento de la Universidad de Maryland, quien sostiene que la risa es un «balbuceo lúdico, instintivo, contagioso, estereotipado y de control subconsciente —o involuntario— que raramente se produce en soledad».1 En los seres humanos, la risa se inicia, en promedio, hacia los cuatro meses de edad, y, según los recientes estudios científicos, constituye una forma de comunicación innata heredada de los primates e íntimamente relacionada con el lenguaje.

Formas de risa

En función de la fuerza con que se produce, la risa puede variar tanto en su duración como en su tono y características. Así, usamos distintas palabras para describir lo que consideramos diferentes tipos de risa: chasquido, carcajada, risotada, risita, risa despectiva, desesperada, nerviosa, equívoca.6 Otros tipos: caquino, cascabeleo, risa malvada, hipido.
De entre las señales emocionales, la sonrisa es la más contagiosa de todas, y el hecho de sonreír alienta los sentimientos positivos. Al igual que la risa propiamente dicha, la sonrisa es innata, y los niños sordos y los ciegos sonríen. Suele aparecer a las seis semanas de vida y constituye el primer lenguaje del ser humano. Inicialmente es un comportamiento físico, y paulatinamente va evolucionando hasta convertirse en una conducta emocional. La autoinducción del gesto de sonreír puede mejorar nuestro estado de ánimo. Otra propiedad es la de inducir una elevación de la actividad de las células NK y mejorar así nuestro estado inmunológico

FISIOLOGIA DE LA RISA

La risa, al igual que el llanto, es un acto involuntario para la mayoría de las personas. Su mecanismo de funcionamiento reside en la respiración, y se produce mediante interrupciones de la exhalación del aliento. Es el mismo mecanismo que se utiliza para el habla, sólo que de forma involuntaria.
Se produce cuando un estímulo —interno o externo— es procesado en áreas primarias, secundarias y de asociación multimodal del sistema nervioso central. El procesamiento de las emociones se realiza en el sistema límbico, el cual es probablemente responsable de los potenciales motores que caracterizan a la risa, incluyendo la expresión facial y los movimientos de los músculos que controlan la ventilación y la fonación. Una vez procesado el estímulo, además de los actos motores automáticos mencionados, se lleva a cabo una activación autonómica generalizada, la cual tiene salida por diversas vías, entre las que se encuentran el eje hipotálamo-hipófisis y el sistema nervioso autónomo. Todos estos componentes conforman la emoción, proceso que involucra, cuando se trata de alegría, el acto motor llamado risa.
 
 

Perspectiva médica

Hay dos estructuras del sistema límbico implicadas en la producción de la risa: la amígdala y el hipocampo.
Cada vez se ríe menos. Los niños de 7-10 años se ríen alrededor de 300 veces al día, mientras que los adultos que todavía ríen lo hacen menos de 80 veces diarias. Existe gente que raramente se ríe, e incluso algunas personas que no sienten la necesidad de reírse.7 Mucha gente desconoce los buenos y ventajosos efectos de la risa sobre la salud y el bienestar.
Estudios realizados desde los años 1980 por el psiconeuroinmunólogo Lee S. Berk y colaboradores demostraron a lo largo de los años varios efectos positivos de la risa:11 12
             Algunos indicadores relacionados con el estrés disminuían durante los episodios de risa, relacionados con la disminución de los niveles de epinefrina y cortisona.
             La risa incrementaba la producción de anticuerpos y la activación de células protectoras como los linfocitos o los linfocitos T citotóxicos, que producen la inmunidad celular, importante para evitar la formación de tumores.
             Las carcajadas o risas alegres y repetitivas mejoraban el estado de humor, reducían los niveles de colesterol en sangre y regulaban la presión sanguínea.
             Más recientemente (2010), Berk ha descubierto una relación entre la risa y el apetito, de tal modo que la risa aumenta el apetito de modo análogo a como lo hace el ejercicio físico moderado. Según estos estudios, simultáneamente se produce una reducción del nivel de leptina y un aumento del de grelina en la sangre.
Otros efectos beneficiosos de la risa son los siguientes:13
             Libera del temor y la angustia.
             Contribuye a aplacar la ira.
             Contribuye a un cambio de actitud mental que favorece la disminución de enfermedades.
             Favorece la digestión al aumentar las contracciones de todos los músculos abdominales.
             Facilita la evacuación debido al “masaje” que produce sobre las vísceras.
             Aumenta el ritmo cardíaco y el pulso y, al estimular la liberación de las hormonas “endorfinas”, permite que éstas cumplan una de sus importantes funciones, como es la de mantener la elasticidad de las arterias coronarias.
             Disminuye la presencia del colesterol en la sangre pues equivale a un ejercicio aeróbico.
             Ayuda a reducir la glucosa en sangre.

 
RISA EN OTROS ANIMALES
 
Contrariamente a la creencia popular, y a lo que se creía en general hasta bien recientemente, la risa no está restringida a los humanos. Según un estudio publicado en la revista Science por Jaak Panksepp, existe la risa animal, y no sólo en los primates. También estudió perros y ratas y encontró que en sus juegos emitían sonidos muy similares a las risas de los bebés.18 En parte se puede deber a que el sistema límbico, que maneja la risa, es una de las partes menos evolucionadas del cerebro humano que compartimos en buena medida con otros animales.
Los chimpancés y otros grandes simios, como los orangutanes y los gorilas, pueden reírse, aunque el sonido que emiten es diferente del que producen los seres humanos. La risa de un chimpancé suena como un jadeo, y, al animarse, se vuelve un sonido más gutural.n. 2 n. 3 Una diferencia fundamental entre la risa del chimpancé y la humana es que, en el chimpancé, el acto de balbuceo se encuentra evolutivamente aún bajo el control del proceso de la respiración. El chimpancé inspira y espira durante la risa, de tal forma que sólo es capaz de producir una sílaba por ciclo de inhalación-exhalación. Los humanos únicamente espiran, y además son capaces de producir múltiples sílabas por ciclo respiratorio.17 Los monos, al no tener control del aliento, no son capaces de hablar, al tiempo que su risa es diferente.2
Similarmente, los cuadrúpedos requieren 1 zancada por ciclo respiratorio, mientras que los humanos pueden realizar múltiples pasos por respiración. Provine postula que este hito en el control de la respiración fue crítico en la evolución, convirtiéndose en un instrumento para el desarrollo del lenguaje oral al liberar nuestro complejo aparato neuromuscular del habla de las tareas más mundanas de respirar y caminar.

 
 
 

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